Ofelia y la extracción de la piedra de la locura/14 abril 2022
Ofelia/ fragmento de pintura, John Everett Millas
Ofelia quizá sea, o represente ese instante intermedio que sentí entre una vida en la que creía, que se esfuma ante mi y muta a una presencia otra, a un abismo negro desconocido, lleno y vacuo que en su interior, en el fondo quizá avisa la luz de una presencia otra y deja una ausencia de la que soy. Entre lirios y aguas espesas, negras, el resurgimiento de aquella otra. Porque me conmueve tanto ella, es su mirada de extravío y firme presencia dentro del delirio de no saberse ella, ya no más reconocida dentro de un cuerpo que fue suyo. Es otra sin delirar, es otra distante y aún no sabe bien cómo es ser esa otra, ese cuerpo flotando entre lirios y flores que la envuelven del misterio de ser amorfa, de convertirse pausadamente otra. Otra siempre
¿Por qué Ofelia se volvió loca? Esa locura es su vaivén entre un constante estar deambulando entre un piso que creía certero y un flotar en aguas desconocidas.
Ofelia sola, ensimismada entre lirios y aguas turbias, Ofelia en transición a la muerte, Ofelia desdibujada, difusa, siniestra y en su último aliento de vida, siendo. Ofelia así, siempre otra, representada y vista en las miradas una y otra vez en ese vaivén entre la locura, la muerte y la vida. En mis ojos, en mí, un espejo, una mujer transformándose otra, siempre, sin parar. Con el recuerdo y presencia viva de la potencia de lo que fue su locura y ahora con la ausencia vaga de ese recuerdo de su locura, este momento enigmático tornasol y volátil como una mariposa rondando en todo momento
La extracción de la piedra de la locura – El Bosco. Esa locura reconocida así, ese carácter prismático de la locura, esa extracción de la piedra de la locura, esa operación eterna en una sociedad inmersa en sí y desvinculada entre sí ¿Ofelia sigue o seguirá loca? ¿Por cuánto tiempo más Ofelia estará loca? ¿Contactara con esa locura otra vez? ¿De qué locura se habla? De una locura social en loop qué construye locos por su capacitismo y formas de violencia, control y desigualdades. De una locura que brota aparentemente sin más, inexplicable para una. Del recuerdo de la experiencia del baño químico en mi cuerpo. De los simbolismos que me arrojo esta experiencia. De lo compartido con otros. Del aislamiento, de la falta de vínculos y comunicación.
Tú mereces enloquecer, 2022


Cartel 8M 2022

Día mundial del trastorno bipolar, 30 marzo 2022
Caminos para identificarme como artivista feminista en discapacidad psicosocial/ 22 de febrero del 2022
En mi forma de pensar la imagen, la fragmentación y el uso de capas siempre han estado presentes, quizás porque siempre he tenido la sensación de autoconstrucción, es así como veo mi entorno y me veo a mí, nada fijo, todo convulso.
Mis primeras exploraciones acerca de la imagen se debían a una búsqueda idílica y nostálgica de tratar de recuperar una especie de relación “natural” con mi entorno al vivir en Ciudad de México, estas configuraciones idílicas corresponden a buscar una ficción a la cual poder pertenecer.
La soledad es un tema persistente que celosamente me ha acompañado
En el autorretrato “Mujer isla” (2008), me represento como un territorio, como una isla, por los contornos de mi cuerpo. En “Acto cero” intervengo gráficamente textos para bloquear y dejar pasar ciertas enunciaciones, en donde la incertidumbre de los saberes y aquello por lo que creíamos representarnos en cierta época, nos sorprende y cambia. La inestabilidad es inevitable.
Fue una temporada muy significativa en mi formación como artista visual, cursar cómo oyente en la Escuela Nacional de Artes Plásticas (ENAP) durante dos años aproximadamente. Recuerdo particularmente las clases de Claudia Gallegos, Florida Ramos y Carmen Rossette. Paralelamente curse dos talleres teóricos sobre arte contemporáneo en Colección Jumex y Laboratorio Arte Alameda con la artista visual Monica Espinosa, ambas experiencias de formación compartidas con mi hermano (cómplice del arte).
Quizá en mi producción este retomando el anhelo de la experiencia de una pieza que experimente en Laboratorio Arte Alameda en Ciudad de México, de la pareja de artistas brasileños Reajane Cantoni y Leonardo Crescenti, “Infinito al cubo” esta consiste en un cubo de espejos de 3x3x3 metros y una cruceta con poleas por debajo, en el piso, de tal forma que cuando uno entra al cubo, el piso se tambalea, así como la propia imagen se desdobla y uno puede verse fragmentado de abajo, arriba, de ambos lados y en el sin fin del espacio recreado. Una experiencia magnífica; entre “el aleph” inesperado de Borges y la fragmentada y colorida arquitectura de Isfahan Persia, el devenir de esa experiencia me evoca el querer seguir intentando el juego caprichoso de las artes visuales.
Por recomendación de mi hermano y en su compañía, escuche por primera vez a Juan Pablo Villa, no sé si en Casa de Lago o en la Academia de San Carlos, lo que sí sé es que me impactó su presencia en escena y todo lo que logra transmitir y evocar, es indescriptible la forma en la que presenta una gama de sonidos viscerales conectados con lo más íntimo, uno logra transportarse, identificarse y conectar. He tenido desde el 2013 la grata oportunidad de colaborar con él y ha sido de las experiencias más gratificantes a nivel creativo y personal. Agradezco que su música sea mi compañía en distintos momentos sensibles de mi vida y también que esté presente en mis procesos creativos.
En 2010 al estar en segundo semestre de la carrera de artes plásticas y visuales en la Esmeralda, Alberto Gutierrez Chong nos indico un ejercicio creativo sobre hacer lo contrario a lo que uno normalmente hace, en ese momento mi primer idea fue voltear la cámara y en lugar de hacer interpretaciones sobre el paisaje, “de lo exterior” me volcaría a mi “interior” y haría un ejercicio de autorretrato, sería yo la observada. En ese mismo momento leía “Seis personajes en busca de un autor” de Luigi Pirandello, obra de teatro que me impacta y fascina continuamente, en donde los personajes le reclaman al autor que los tiene prisioneros representando una y otra vez sin cesar las mismas circunstancias… el mismo personaje. Se cuestiona la representación y los procesos. Tenía 22 años y este ejercicio de autorretrato en donde me caracterice de siete personajes me descoloco, aunado a otros estresores en mi vida, me desestabilizo de tal manera que pude experimentar mi primer crisis psicótica o experiencia con la locura en su tope límite de la condición de trastorno bipolar tipo I.
En manía tuve paranoia, delirios, alucinaciones, verborrea, vigorexia. Me desconecte de lo que era mi presente, no estaba ahí en mi cuerpo, me fui por un momento y desde esa experiencia no regrese igual. Cada vez toma más voz y más fuerza el lugar de la locura en mis propuestas artísticas, el pensarla constantemente y re significarla una y otra vez. Es necesario, es indispensable, catártico y cada vez más veo esta urgencia social de apalabrarla, de darle lugar y dejar que sea.
En el libro “La sociedad paliativa” de Byung Chul Han, el autor hace una reflexión sobre el dolor. Me parece muy pertinente como indica que hay un imperativo de felicidad y una cierta anestesia de enunciar el dolor, y yo agregaría la soledad y la vulnerabilidad. Y continua… “Todo se alisa y pule hasta que resulte agradable… nada debe doler. Sobre el dolor, su presencia, su gestión depende de las formas del poder.
La discapacidad debería ser más representada, ya que nuestras experiencias con el cuerpo se transforman a lo largo de nuestra vida en distintas etapas y por distintas circunstancias; envejecimiento, enfermedad, eventos fortuitos. Todos convivimos de una u otra manera con estas condiciones. Porque al hablar de experiencias artísticas con la locura se hace referencia a estas como outsider art, (arte forastero), arte marginal, (arte al margen) art brut, (bruto o primigenio) ó de la periferia… ¿porqué situarlo como algo de lo otro, extraño o desconocido?, cuando estas experiencias son tan cercanas, del día a día. Desde mi experiencia con mi condición de trastorno bipolar, cuando comencé a enunciarme desde ahí, he encontrado una resonancia; “yo también, “tengo un familiar” ó un amigo, pero es algo que aún se calla, se esconde, es motivo de vergüenza y pues si, no se representa en la cultura y cuando se representa, está como algo peligros, indecible… o con un halo de genialidad. Me gustaría ver representaciones de arte y locura más cercanas, conectadas a las experiencias propias y sobre comunidad.
En 2011 regreso a la escuela después de un año de haberme retirado por la primera crisis psicótica. Medicada, absorta y desvinculada totalmente de la comunidad, fue muy difícil ir reponiéndome, en este sentido fue muy revelador asistir al taller de producción de Carla Rippey, a nivel personal y profesional, sus comentarios me dieron aliento a seguir con mi producción. Tiempo en que configuro mi serie “55 actos”, 55 collages de periódico para representar espacios ficticios, esta serie me significa “la importancia de los lugares como cómplices de actos”
En 2013 realizó “Colisión”, una experimentación gráfica que implica giros y cortes dentro de la misma imagen, lo identificó como un acto violento que configura el espacio.Con la serie “…Y cuantas veces sea necesario comenzar lo innecesario…” A partir de la repetición de una misma imagen indago un sentido espiritual, a partir de contemplar patrones de construcciones arquitectónicas, encuentro que al dislocarlas y al asemejarlas con patrones más orgánicos, recreo un espacio de armonía dentro del caos citadino. Formuló mantras y murmullos sin tanto ruido exterior caótico.
La reiteración en mis propuestas también es un elemento importante para tratar de dar a entender lo apabullante de la fuga de las representaciones.
Entró al taller de producción de video en tiempo real que impartía Sandra Real con quién tuve una particular conexión de entendimiento sobre estos procesos personales y aquí sin saberlo se marca una pauta en mis intereses como artista, a raíz de mi primera crisis y de forma catártica realizo mi primer pieza de live cinema “Luz de las seis.”
En 2014 tuve mi segunda crisis psicótica, pero esta vez con más fuerza, estuve internada en el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramón de la Fuente Muñiz por 48 días, cabe mencionar que la primera vez del suceso con la locura decidí no tomar cartas sobre mí, decidí pasar de largo, ignorarlo y no me trate; no me detuve a sentirme, a pensarme, no tome medicación, no asistí a terapia; por dolor, por ignorancia, por miedo, deje pasar lo que me había ocurrido y tal cuál mi psiquiatra, quién me sacó de la primera crisis, me advirtió que si no tomaba medidas me volvería a ocurrir y fue tal cual sucedió después de cuatro años…
Definitivamente al salir de esta “Institución de la mente” no podía evadir en reconocerme con una condición, desde ahí comienzo a identificar los rasgos de mi diagnóstico, a asumirlo. Y tomar medidas terapéuticas necesarias. El cruzar una fase de locura implica mucho en el cuerpo, desde mi experiencia hay un desgaste significativo de energía, de sensaciones, de desconexión importante con el entorno y de pérdida profunda de quién se es.
Desde aquella vez y ahora me pienso más, me siento más, conecto conmigo y tengo acompañamiento con mi psiquiatra, adhesión al tratamiento farmacológico, terapia psicológica, procuro hábitos, rutinas y proyectos que me den fuerza, que me mantengan en sintonía con anhelos.
Tome el curso Tierra a la vista de Voz pro Salud Mental en el Instituto Nacional de Psiquiatría Ramon de la Fuente Muñiz, a raíz de aquí conocí a grandes personas como a la Dra Maria Luisa Rascón Gasca, a Humberto, a Mildred, así como a Victor Lizama (activista por derechos de las personas con discapacidad psicosocial) quién definitivamente ha sido clave para comenzar a involucrarme cada vez más en un camino de aprendizaje profundo sobre activismo y discapacidad… el reconocerme primero como parte de la comunidad de personas con discapacidad ha sido muy importante.
He tenido en mente, me acompañado desde niña la medicina por mi padre, que es la profesión que él ejerció durante treinta años en una institución pública y de forma particular.
Mi madre ha ejercido la terapia; el acompañamiento de los procesos emocionales. Juntos durante mucho tiempo ellos impartieron talleres sobre estrés y manejo de emociones.
Acompañada y procurada por ellos, han estado presentes de una forma amorosa y pertinente.
En mi primera crisis psicótica, cuando me estabilice, mi padre y yo negamos que “tuviera algo” creo él sentía de cierta forma que este suceso se le había ido de las manos, creo de cierta forma, se sentía culpable, ¿cómo siendo médico, no lo puedo ver o prevenir? ¿Cómo manejando el estrés y las emociones? Su hija había pasado por algo así.
En mi segunda crisis repito, a causa de no llevar tratamiento, se me desembocó una segunda crisis. Los primeros días en el hospital psiquiátrico fueron los más difíciles, no recuerdo un lapso de diez días aproximadamente, simplemente no lo recuerdo. Tuve un momento de catatonia, de movimientos involuntarios, que mi madre me narra, presente en todo momento del internamiento. En ese momento que tuve catatonia, ella logró que no tuviera una caída al suelo, me sostuvo, me sujetó la cabeza y me reincorporo a la cama, de forma nebulosa ahí comienzan mis recuerdos, en aquel sitio. Vi a cuatro doctores y a una doctora que se acercó a inyectarme. Amanecí amarrada a la cama, sujeta de pies y brazos, con unas correas de cuero que tenían unas pequeñas pesas. La simple imagen de mi cuerpo así me indigno y recuerdo que de una forma hábil logre soltar una mano, inmediatamente mi madre presente en todo momento, me tranquilizó y fue a conseguir que me quitaran la sujeción y así fue.
He pensado muchas cosas al respecto de este suceso… pero ¿de qué otra forma? mi cuerpo se movía descontroladamente…
Cuando estuve en sincolectivo y escuche otras vivencias de prácticas médicas, pude percibir su coraje hacia esta comunidad, no pude más que entrar a la defensiva, porque para mí hablar mal de la comunidad médica significaría darle la espalda a mi padre y a mi madre y de paso a mi psiquiatra Felipe Vázquez quién es un gran apoyo para mí, ha sido muy empático e involucrado con procesos artísticos y al cuál respeto mucho. Ahora que me léo, escribo y me hago consciente de esto, al escribirlo entiendo que hay otras experiencias y que hay mucho por qué trabajar, cambiar y reconocer de las prácticas médicas, como en otras profesiones sin embargo, aquí está en gestión la vida. Y que después de reflexionar; entre lecturas y conversaciones, la medicina occidental como una única verdad mediadora del cuerpo, como un poder jerárquico de gestión de la salud y la enfermedad, con lo que esta dicotomía implica podría y debería expandir sus prácticas y saberes.
La discapacidad psicosocial es un hecho multifactorial biopsicosocial en donde intervienen diversos factores como lo hereditario ó biológico, lo psicológicos y lo social. Según la OMS 1 de cada 4 personas experimentaran una condición de salud mental a lo largo de su vida. La falta de visibilización de estas vivencias alimenta el estigma, la desinformación y al final impacta en la vida de esta comunidad, históricamente escondida, aislada, encerrada y que en estadísticas somos los más.
El estigma dificulta la comunicación, edifica un muro simbólico, impenetrable, que no deja ver, escuchar y compartir experiencias. Pienso que es sin duda la principal barrera de la discapacidad psicosocial, alimentada por las representaciones superficiales, morbosas y carentes de una mirada más cercana y crítica.
He encontrado una veta en mi proceso creativo y en mi discurso, que creo es importante mencionar y es la cualidad que tienen los procesos artísticos de contactarnos, de generar comunidad, de provocar diálogo y reconocer estados de catarsis, y ¿por qué no, de sanción o liberación? Creo en el arte como potente herramienta poética que mueve a la acción.
(2016 – 2017) Es importante mencionar que las series sobrevivencia y ensayos corpóreos; representaciones en collage partir de fragmentos de recortes de periódicos de animales y siluetas de personas, significaron una forma de seguir adelante, de reconfigurar, de ahí sus nombres, me sentía sobreviviendo y encontrando como acomodar mi cuerpo.
En 2018 cambié de residencia a la ciudad de Mérida, Yucatán.
Desde el 2013 el aprendizaje con la práctica de live cinema ha sido constante y significativa, técnica y conceptualmente, el hecho de que se mezcle video, que está fragmentado en loops y que al proyectarlo, en pantalla se creen múltiples configuraciones me ha permitido dibujar y desdibujar por momentos ciertas sensaciones que al momento de proyectar se develan nuevos significados. Veo la misma historia planteada de otra manera y puedo entenderla así desde otro lugar. Por ejemplo he realizado seis versiones de “Luz de las seis” y esto me ha permitido volcar la vivencia de mi condición de múltiples significados y procesar emocionalmente de formas distintas, trabajarla y conectar con otros.
En 2018 elaboro mi tesina sobre la pieza de live cinema “Luz de las seis,” una frase que escribí al respecto sintetiza la reflexión de la experiencia de esta pieza es: “El loop permite, repensar y sanar”
Sobre live cinema, en reconocimiento de lo exterior, del paisaje he realizado dos piezas “Impulso vital” y “En 55 actos sobrevivirán los años”. Para ahondar en temas de salud mental he realizado cuatro piezas “Luz de las seis” “Umbral” “Contárselo a ella” y “Diversidades”
Debido a la pandemia el paso lógico para mí sobre el live cinema (que es performático, presencial y que convoca a un público) fue retomar la realización de video. He realizado: “Presencia ausente” 2021, “He sido muchas” 2021, “Entonces lo encontré” 2021 y “Vorágine”(esta última antes de la pandemia, 2017)
En 2019 a raíz de un trabajo terapéutico con Cristina Garrido, quién me ha acompañado de una forma que agradezco muy puntualmente, concibo la pieza “Contárselo a ella” que se devela un suceso de abuso sexual en mi historia lo que consecuentemente me inclina a adherirme a la búsqueda de saberes feministas.
En 2021 Gabriela Aragón me invita a ser parte de la red nacional de feministas con discapacidad FEMIDISCAS, agrupación que desde el primer momento en el que tuve contacto me fue de gran resonancia, entendimiento, vida y acompañamiento amoroso. Gracias: Dana, Diana, Gaby, Ana, Eli, Nur, Herli, Lorena y (Laura)
Recientemente curse tres talleres impartidos por CERRUCHA (artivista feminista), “Laboratorio social feminista” en Centro cultural España.“Retrato de identidades periféricas” y “Representaciones de cuerpos no hegemónicos” en MUTUA, los cuáles fueron realmente significativos y simbraron en mis procesos creativos, pero sobre todo me impulsaron a decidirme a tomar una dirección más clara en cuanto a mi propuesta como artista visual, es así como me identifico como artivista feminista en discapacidad psicosocial.
Noche del 17 de febrero del 2022

Por la noche las ideas recurrentes se vuelven mas interesantes, la noche tiene ese aspecto del dolor, que aguarda ese acontecimiento entre algo misterioso y sabio. Por la noche suceden procesos de los cuales no somos conscientes. El cuerpo se deja llevar, cae a otro territorio. Exaltado de símbolos y arquetipos en un bucle que olvidamos por el día. Si tenemos suerte recordamos algo del aquel imaginario de nuestra mente al despertar…
La locura trae algo al paladar cómo de haber recorrido un cuarto en penumbra, de noche, que se invade de dolor. El atravesar este espacio es un transito de gran aliento, se develan las mascaras y arquetipos propios, siempre en constante lucha. Nunca fijos, una mascara de ese ser que se escinde constantemente, este proceso lo veo como un reflejo en el agua, inconsistente, quebradizo, seductor se desliza fugándose. Me enamora esa imagen de constante descubrimiento través de los recuerdos y proyecciones.
Quiero dormir y despertar con el vibrante recuerdo de esa doble vida.
altar – rituales obsesivos, dolor, escritura en el cuerpo y movimientos involuntarios. En donde muestro escenas de síntomas presentes en dos episodios psicóticos que transite en periodos durante el 2010 y 2014, derivados de mi condición de trastorno bipolar
Luz de las seis: las artes visuales desde la perspectiva de la bipolaridad/ 2021
15 de noviembre del 2021/ Manos

Pienso quizá que ese posicionarse desde el no saber, desde la falta de control, de la sombra que da la experiencia de la locura arroja mucho significado
Sin embargo es el lado que genera equilibrio, contrapeso
Contrapeso de eso que supongo ya dado, ya “controlado” importante la intervención del desvarío, del no saber, para acotar a aquello que aún no he experimentado para descubrirme otra
Otra siempre, esta mano es la sombra de lo que reconozco
Mi mano izquierda es el lado del desequilibrio
A veces pienso que es el lado frágil que no da esa “productividad” tan buscada y alimentada socialmente
El lado ignorado por su falta de acción
También las manos son caricias que guardan experiencias con otros y despedidas.
Caricias y duelos
También han desdibujado lagrimas de mi rostro
Dibujo y locura, 2021

Dibujo…
Enraizarme objetos simbólicos al cuerpo
¿Cómo enunciar la vulnerabilidad de los afectos desde el dibujo?
¿Cómo enunciar un cristal de afecto desde el mar?
¿Cómo enunciar, un quiebre de afecto desde el rio?
¿Cómo enunciar la fragilidad del afecto desde un camino?
A la locura no le tengo miedo, diría que le tengo o le debo el mismo respeto que al mar. Mar adentro
Presencia, ausente/ 2021

Alguien que es visto demasiado
Alguien que casi no es visto
Alguién que llora
Alguién que calla
Alguién que enferma
Alguién que explota
Alguien que decide no actuar
Alguien que decide actuar de más
La crisis psicótica es un recurso de propia sanación, cada vez, veo más esa fuerza. Ese recurso brota como un salvavidas, así como los sueños despiertan; arrojan sentido. La psicosis es como un sueño extendido e intensificado, abrumador con narrativa intermitente, inmersa, ensimismada, extasiada.
En el recuerdo de este momento de sueño extendido voy recuperándome, recordándome y construyéndome
La psicosis surge de mi, es el material mas intimo, es todo mi cuerpo electrizado hablando muchos idiomas, dialectos, sonidos ancestrales guturales, todos compitiendo para que sean escuchados a diversas voces, voces mías y voces de otros reflejando lo que “consciente no soy capaz de reconocer o ver” en este sentido la locura es lo que te devuelve a una realidad más visible.
Me desdoblo para encontrar compañía
En mis adentros me multiplico buscándote
Queriendo vincularme grito entre mis personajes
Mis voces se vinculan, conversan esperando encontrarte algún día
Grito un soliloquio esperando se vuelva un diálogo.
Fragmentos/ Nota arte montaje
Presentadas en Radio Abierta 2020

Fragmento #1: Presentación de la idea de la nota arte montaje
“Ese reciclaje de sonidos, imágenes o formas implica una navegación incesante por los meandros de la cultura-navegación que termina volviéndose el tema mismo de la práctica artística. ¿No es el arte en palabras de Marcel Duchamp, “un juego entre todos los hombres de todas las épocas?” La postproducción es la forma contemporánea de ese juego.” (Bourriaud N., 2007, p.16).
Esta pregunta aparece en el libro post producción de Nicolas Bourriaud, Postproducción es la forma en la que los medios audiovisuales trabajan remezclando contenidos y es también la forma en la que el arte desde formas antiguas opera. Cortando, ensamblando, editando
Marcel Duchamp es el artista parteaguas del siglo XX ya que transforma la mirada en como se entendía el arte, cuestionando cánones de representación y presentación en el constructo de una imagen, al plantear el ready made, hablar del infra leve y por así decirlo salirse del cuadro, abarcar con lo conceptual el mundo intangible mas allá de el recuadro pictórico, proponer mezclar vida y arte. El gesto gana espacio.
¿No es el arte en palabras de Marcel Duchamp, “un juego entre todos los hombres de todas las épocas?” El arte es juego va del espacio del tiempo libre del ocio, de esos intersticios que quedan en todo acto y que después repensamos. Se necesita tiempo para el arte, para recorrerlo, rodearlo con el pensamiento. Esta pregunta me sugiere para mi muchas cosas me imagino a distintos artistas de la historia del arte pensando en distintos tiempos sobre una misma imagen/ idea y reconstruyéndola, agregando, paréntesis o comentarios a esta para enriquecerla y para que en el imaginario colectivo “esta idea” que es el arte que son todas las imágenes a la vez puedan tener una fuerza poética y una resonancia activa en una humanidad mas empática, una apuesta por una sensibilidad cada vez mas abierta.
El collage como práctica fue esencial en las vanguardias de principios del siglo XX, al plantear una ruptura en la representación de la imagen. Movimientos como el cubismo, el surrealismo, el dadaísmo o el futurismo llevaron esta concepción de fragmentación a sus últimas consecuencias. Estas prácticas surgen después de la Primera Guerra Mundial en un mundo escindido y sacudido.
Particularmente como artista visual retomo esta practica de forma gráfica con el collage al dibujar con tijeras y de forma audiovisual en el montaje en vivo de piezas de live cinema.
Mi nota se llama arte montaje porque estaré presentando ejemplos de ese juego del montaje llamado arte. Me enfocare en ejemplos entre arte y salud mental, locura o discapacidad psicosocial.
Fragmentos en diálogo desde Mérida Yucatán
Aquí en radio abierta

Fragmento #2: Art brut – Outsider art – Arte marginal
El termino art brut fue acuñado por Jean Dubuffet en 1948 para denominar las creaciones artísticas de los pacientes de hospitales psiquiátricos. Él se interesa por esta manifestación al ver la colección de más de cinco mil dibujos de enfermos mentales recopilados en el libro “Expresiones de la locura” del psiquíatra e historiador del arte Hans Prinzhorn. Le interesan estas expresiones por la libertad del trazo, el gesto y por ser muy íntimos. El arte creado fuera de los límites de la cultura oficial.
El término arte marginal fue acuñado por el crítico de arte Roger Cardinal en 1972 el término outsider art se hacía extensivo a los artistas autodidactas o naïf, aunque nunca hubiesen sido internados en una institución psiquiátrica.
Haré un paréntesis sobre algunas denominaciones de arte que producen personas con discapacidad psicosocial; art brut, arte marginal, outsider art, arte virgen, arte ingenuo, todos estos términos dirigidos “a fuera de” o en un “estado primitivo” o “inicial,” se refieren a lo que no esta dentro de la norma social, a los estándares consensuados, a ciertos cánones y reglas, bajo estas nomenclaturas se estandariza un tipo de estética, cuando quienes ponen estas etiquetas no viven estas condiciones, sino que están fuera de ellas.
Escuchar estas etiquetas referidas a este tipo de arte, estas nomenclaturas que susurran todos los pliegues, lo que se desborda de lo cotidiano, de la rutina social, los detalles que se escapan a simple vista. Creo que el denominarlos como excedentes, simbólicamente me da la pauta de algo que escapa al entendimiento de primera intención, “lo del inconsciente” y a condiciones de vida que han sido ignoradas desde una mirada mas humana, considero que su fuerza es el ser genuinas, al mostrarse como individuos diversos, con dolencias, sin estereotipos o cargas culturales aprendidas. Pensar el termino de “excedente”, “de sobra”, y referirse a estos grupos “vulnerables”, cuando estos grupos en cifras son los más, si pensamos que todos presentamos vulnerabilidades de algún tipo, me parece una percepción social muy estrecha. Quiero apuntalar esta idea del concepto de normalidad y de discapacidad en la sociedad con lo que menciona Laura Moya, (activista de temas sobre discapacidad) en una conferencia sobre teoría crip en la Universidad Nacional de Colombia, 2018, comenta; “ese cuerpo capaz que nadie puede performarlo todo el tiempo,” así denota los estereotipos y lo mecanizado de las ideologías en donde se tiene sólo un ideal de cuerpo y en donde la discapacidad esta como algo fuera de esos ideales y en donde es imposible conciliar esa idea de “perfección humana.”
Fragmentos en diálogo desde Mérida Yucatán
Aquí en radio abierta

Fragmento #3
Por que es importante hablar de salud mental y discapacidad biopsicosocial desde el arte
En México ocupamos el segundo lugar a nivel mundial respecto a estigma
Desde mi practica artística me manifiesto por
- Generar información integral sobre la diversidad mental para lograr empatía al respecto
- Sensibilizar, visibilizar la importancia de hablar de salud mental a través de acciones artísticas
- Reconocer la discapacidad biopsicosocial como una condición que necesita tratamiento integral al ser una condición crónica.
- La importancia de un tratamiento digno, respetuoso e individual al considerar todos los aspectos humanos para el desarrollo integral de una persona en comunidad
- Diluir creencia arraigada del estigma hacia las personas con discapacidad biopsicosocial, que somos incapaces de realizar acciones, que somos violentos, peligrosos, o que hay una disminución en el intelecto.
- Apuntalar el aprendizaje que se puede tener de la psicosis, desde el arte, al “dar voz desde hechos creativos se pueden rescatar los temas que surgen en estados psicóticos que dan mayor identidad a la persona
- Hacer hincapié de la ficción, el juego y el azar como formas de vivificación cotidianas que generan pensamiento, emociones y vínculos con los otros más allá del lenguaje verbal. Hacer vital la experiencia artística, expandir e insertar las practicas artísticas en diversos campos sociales.
- Dialogar y diluir las barreras sociales: estereotipos y roles culturales que no permiten la diversidad, es necesario cuestionar cánones de normalidad, roles de genero, de anormalidad, discapacidad – capacidad, funcionalidad, actitudes como hiperexigencia, competencia, grupo que excluye por no hacer lo mismo. Egocentrismo, entre otros.
- Utilizar el arte como herramienta de inclusión e incluso sanación.
Fragmentos en diálogo desde Mérida Yucatán
Aquí en radio abierta

Fragmento#4
Hablaré sobre un fragmento de la película Pina, de Wim Wenders en donde homenajea a la coreógrafa alemana Pina Bausch con un documental en 3d, es una película del 2011. La tengo muy presente ya que a nivel de sensibilidad estética y contenido para mí es una gran puesta en escena
Pina Bausch fue una artista alemana referente pilar de la danza contemporánea
Creía en:
“La capacidad del movimiento como transgresión.”
“No estaba tan interesada en cómo se movían sus bailarines, ella quería saber qué los movía.”
A continuación describiré un fragmento de la película
Conocer a Pina fue como encontrar por fin un lenguaje
Antes de aprender a hablar
Y de repente ella me dio un mod0 para expresarme
Un vocabulario
Cuando empece era muy tímida
Aún lo soy
Y después de muchos meses de ensayos
Ella me llamo y dijo
Tu mereces enloquecer
Y ese fue el unico comentario en casi 20 años
Escena ella caminando con un hombre siguiéndola unos pocos pasos atrás, de repente cae, se desplaza hacia delante dibujando una línea y él la detiene cada vez que lo hace. Sensación gravedad, vulnerabilidad, confianza, perdida y comienzo.
Resuena en mí particularmente este fragmento ya que al dedicarme a lo creativo me es muy significativo que Pina Bausch le diga a la bailarina “Mereces enloquecer” tomo esta frase como “mereces la posibilidad de adentrarte a nuevas emociones, sensaciones, pensamientos, a desafiar la lógica” de ser otra de la que haz sido hasta ahora, como un desafío creativo, como la posibilidad de no ser tu por un instante, de cuestionarlo todo y es lo que constantemente se hace en el acto creativo por eso creo fundamental esta obra habla de los procesos artísticos a lo largo de todo el documental.
Fragmentos en diálogo desde Mérida Yucatán
Aquí en radio abierta

Fragmento#5 “Luz de las seis”
Live cinema es una practica audiovisual en vivo en donde el material visual y sonoro se mezclan creando un acto único. Live cinema permanece constantemente en ensayo, se trabaja a partir de un archivo suelto que permite presentar diversas versiones de la misma pieza
Mi primera pieza de live cinema es Luz de las seis: El nombre de la pieza surge como analogía a lo que ocurre en el ocaso, donde comienza a obscurecer el entorno y ocurren cambios en las actividades, se experimentan otros sonidos, la luz cambia, la energía es otra en los organismos vivos. “Luz de las seis” es el entrar en el ocaso de la conciencia de un cuerpo en crisis, es deambular entre la vigilia y el sueño confundidos en una realidad, una fuga momentánea, una suspensión o pausa de uno mismo y del entorno.
Es la forma catártica en la que muestro mi experiencia con mi primera crisis de Trastorno bipolar Comunicar esto es importante, se rescata a un ser más consciente de sí mismo y de su sociedad. El sentido de vida, el entendimiento de esta, me cambió después de mis dos crisis.
A continuación un escrito reflexivo al respecto:
“Me desdoblé en siete personajes y poco a poco me perdí entre mascaras internas, estas caretas me permitieron ver matices de energía al tope de mis límites y al borde de mis inseguridades. La realidad se refracto también, con muecas de paranoia y rituales obsesivos.
En depresión, la sensación general era de soledad y nostalgia a una vida que sentía no tener.
La locura, las dos crisis psicóticas que he experimentado, han sido un espejo profundo en donde he logrado un autoconocimiento importante de mí y del entorno.
Luz de las seis, es entrar en el ocaso de un cuerpo en crisis, entre la vigilia y el sueño confundidos en un mismo estado. Lo traduzco como los asesinatos propios de sentido que me ocurren una y otra vez.
Ahora con el conocimiento que tengo para llevar día a día este trastorno, valoro esos momentos de locura por permitirme transitar otro tipo de estado ensimismado y a la vez exacerbado.
Doy voz a este periodo de locura que viví, para comunicar lo esencial, dar cara a este tipo de trastornos tan estigmatizados, desde una mirada más generosa y amorosa, desde la oportunidad para mirarnos plenamente en el dolor, reconocernos en los miedos más ocultos y desahogar esa soledad de una sociedad que calla lo incómodo y lo incomprendido por ignorancia.
El trastorno bipolar desde el arte me ha vuelto más sensible”
Fragmentos en diálogo desde Mérida Yucatán
Aquí en radio abierta
Voces del live cinema Contárselo a ella, 2019

VOZ 1
Contárselo a ella
Esta emoción me atraviesa
Esta experiencia me desarma
Me gusta pensar que ella está cuidándome
Que guarda mis lágrimas y las transforma en fuerza
Que eso que nos une, me mantiene en pie.
Su fe,
su orgullo,
su fuerza me da fuerza. Por ella y por ellas.
VOZ 2
Me conocí aturdida
Me llenaré de música en volumen alto que lastime mis oídos, para curar mis heridas
Un sonido rojo presiona mis oídos; acciones tuyas.
Hastiada de ti, del recuerdo Inundada de música
No estoy
En el laberinto de mi oído, me pierdo en los recuerdos entrelazados de mi ausencia
En el laberinto de mi oído, me descubro
En el laberinto de mi oído, grito dentro
No escucho mi grito
Me saturo de mí
Encerrada en el laberinto
No puedo salir de mí, de este dolor ensordecedor
Camino dentro, todo recorrido ensordece mi cuerpo.
VOZ 3
Violaste lo que fui
I
Aturdida de ti Grito dentro
Grito sin gritar Grito adentro
No me reconozco
Amedrentada por ti
No estoy
No puedo respirar
Me ahogo
Deambulando eso
Eso lo que llena mi silencio, mi incompletud, llena mi ausencia
Viviendo anestesiada
Gritando grietas, para curar heridas Mordaces tus heridas, embarrándome
Caminando entre niebla sin ver mi sombra
No encuentro el laberinto, deambulando eso
Tu presencia, fue mi ausencia
Mi cadera escindida, llena de ti
Pensamientos de un lado a otro en mis dientes, atorados en mi mandíbula Deambulando, no escucho mi grito
II
Con fuerza reincorporaré mi cuerpo Vaciaré mi miedo por coraje
Transformaré lo que fue miedo Hinchado de dolor
Sin silenciar mi carga
En voz alta, pronunciaré
Me pronunciaré
Atravesando mi voz
Estoy más allá de los límites de mi cuerpo
Ya no me lastimas
Ya no más lástimas
Violaste lo que fui
Ya no soy
Violaste mi cuerpo, pero no violaste lo que soy. Y puedo ser
Ahora ya no eres. Eres sólo un recuerdo difuso y volátil
VOZ 4
Han dicho, ya no más
Quiero creer, que ya no más.
Ya no más así
Ya no más anestesiada
Ya no más aletargada, Ya no más vulnerada,
Ya no más ausente,
Ya no más al borde,
Ya no más psicotizada.
VOZ 5
No
No dejen de escucharse
No in-visibilicen
No dejen de alzar la voz
Griten
No normalicen violencia
No olviden
No
Digan no
Sean escandalosas, Imprudentes
Locas
Sean
Piensen esa locura
Sientan esa locura
Esa locura sistemática
Esa carga individual, tan tuya
Ese olvido de todos
Esa grieta íntima y social
Esa soledad es un grito,
un murmullo silencioso y escandaloso.
VOZ 6
Peso y liviandad
Me pesa tu recuerdo, me sobran cargas.
Cuesta arriba pierdo aliento Linchándote de mi cuerpo Desterrándote.
Él vació su cuerpo
Poco a poco me dejó un cuerpo liviano
Fuera de mí, observaré
mi rencor desbordado, mi amor malentendido, mi coraje mal direccionado.
Pensaba:
este cuerpo no es mío
Dejé de mirarme
Confundida, hastiada, anestesiada Dejé, poco a poco mi cuerpo, desubicado, desvanecido, impregnado de él, marcado…
Al escribir quemo tu recuerdo Reconociendo violencia.
Ahora, suelto tu cuerpo
Ahora, esta carga explota
Ahora, regreso a mi cuerpo.
VOZ 7
Un ave
Un ave acuática
Sumergida en mí, en mis ideaciones
Migro y soy un ave,
un ave,
que no cesa de planear entre lo incierto y una tierra firme
Un ave, que advierte
Azul, existencia deambulatoria
Horizontes que vislumbran neblina.
Ave
Que por las noches me asfixia
Y recupero el aliento
Ave
Que susurra melodías, destellos,
Y recupero mi cuerpo
Marea baja
Quiero alzar la mirada
Marea alta
Toda caída se nivela
VOZ 8
Ahora
Esas emociones cristalizadas, teñidas a negro
Estallan.
Ahora
Desbloqueo mi ausencia
Presencio mi cuerpo.
Ahora
Encausada al amor, transformo ese acto velado
Liberándome.
Ahora
Limpiaré esa violencia sistemática Caerán esas brechas culturales
Esa ignorancia extendida
Ese dolor, por dulzura
Ahora
mi cuerpo,
mi vulnerabilidad mi fuerza.
Ahora. Permanezco.
Ahora
Para violeta/ 2019

Para Violeta/ 2019
Para Violeta
Resistimos y asistimos
Para Violeta en voz alta
Para Violeta arde mi voz
Para Violeta se quiebra mi voz
Para Violeta, mi fuerza
Ahora, te extraño
Es urgente, vamos sal
Anhelo tu sinceridad
Necesito fuerza
Vamos, dime
Te anhelo ¿dónde estas?
¿Estas en todas esas estadísticas abrumadoras?
Te veo y salto, al borde de las paginas ¿Estas en lucha cotidiana?
Te escucho
Caminando entre cristales
Desterrando poder
Arando heridas
¿Estas?
Te percibo en toda palabra evocadora, descifrando silencios, memorias, ideales
Necesito escucharte, para devolverte y agradecerte
Necesito mirarte, para recordarte que todas nos teñimos de violeta
Voces del live cinema Umbral/ 2019

VOZ 1
Sería maravilloso poder hablar de amor.
Aislada
En lo múltiple
Flotando
Fragmentando las caras de este ensimismamiento. ¿Cómo salir de este estado, de este universo?
Por tanto, tiempo mi guarida cómoda.
Voces mías sumergidas en alegrías y dolores de otros días.
En repetición me miro, los miro.
Sólo una evidencia muda, un ritual que no acaba.
Trato de ordenar todo material del entorno que ciega mi mente.
Me encuentro en un abismo de intenciones.
Y nada tiene que ver con una condición diagnosticada.
Mi dolor ahora es el dolor de otros.
Es el encuentro de una soledad, al acecho de una sociedad.
Es el olvido de una identidad, en una sociedad.
Y casualmente no sentirse representado.
Me olvidé de tí, me olvidé de mí.
Perfilo una mirada más amplia, que abarque lo múltiple.
Que incluya un panorama extenso.
VOZ 2
A veces sólo me siento a esperar, esta vez observé.
Tuve un sueño donde me vi, es decir éramos dos en el mismo sitio
No sé cómo comenzar, no sé cómo comenzó.
VOZ 3
Cuando me ahogo, giro, veo la riqueza del azul y tiemblo de confusión.
No sólo las ficciones me acechan, veo en los distintos estados atravesados mis mundos ficcionados, friccionados.
La transición es inevitable. Inevitablemente uno cede.
Lo creí.
VOZ 4
Convertí a los otros en aves y peces y me hundí en soledad
Aprendí de las aves y los peces a disfrutar de la soledad
Quiero escucharte.
VOZ 5
La discapacidad psicosocial, la vivo reconociendo distintos rasgos de vulnerabilidad y fortaleza, esta experiencia me ha devuelto un territorio de entendimiento propio y de mí entorno.
Mi interés en hacer umbral esta en reconocer un estado de soledad atrás de la experiencia de esta condición.
Cuestionar como me miro, como estoy respecto a mi entorno, como nos relacionamos con el contexto social hasta llegar al punto de aislarnos y en el caso de un trastorno mental, de aislarse de uno mismo, por un momento experimentar una perdida de sí.
Pero que pasa cuando todo se ha asentado, ha pasado la crisis psicótica uno regresa a la “realidad”, a lo cotidiano, ésta confrontación es muy fuerte, atravesar ese umbral de uno y del entorno, y los otros, va del dolor a la contemplación.
Para mí, es muy importante hablar de la discapacidad psicosocial, visibilizarla ya que es un tema que socialmente se tiene muy relegado, ocultado, hay mucha ignorancia al respecto. Estigma, se cree que todo el tiempo quienes tenemos esta condición estamos en estados psicóticos o periodos de locura lo cual no es así. Y quiero comentar que estos estados arrojan mucha enseñanza. Se exacerba la personalidad y esto posibilita tener otro posicionamiento ante nuestro entorno.
Quiero enunciarme desde la discapacidad psicosocial, ya que me interesa visibilizar la importancia de algo fundamental en cuestión de la soledad y esto es el amor y la empatía, eso es lo que te saca del trance.
Como artista visual con discapacidad psicosocial los invito a tener mayor sensibilidad y menos prejuicios con quienes tenemos esta condición. Todos atravesamos estados de soledad, somos diversos y ahí esta la riqueza.
Texto/ Luz de las seis, 2018

Texto que escribí y leí durante la sexta versión de la pieza “Luz de las seis” presentado en el Primer Coloquio de estudios críticos de la discapacidad de la Escuela Nacional de Trabajo Social de la UNAM en el 2017.
“Me desdoblé en siete personajes y poco a poco me perdí entre mascaras internas, estas caretas me permitieron ver matices de energía al tope de mis límites y al borde de mis inseguridades. La realidad se refracto también, con muecas de paranoia y rituales obsesivos.
En depresión, la sensación general era de soledad y nostalgia a una vida que sentía no tener.
La locura, las dos crisis psicóticas que he experimentado, han sido un espejo profundo en donde he logrado un autoconocimiento importante de mí y del entorno.
Luz de las seis, es entrar en el ocaso de un cuerpo en crisis, entre la vigilia y el sueño confundidos en un mismo estado. Lo traduzco como los asesinatos propios de sentido que me ocurren una y otra vez.
Ahora con el conocimiento que tengo para llevar día a día este trastorno, valoro esos momentos de locura por permitirme transitar otro tipo de estado ensimismado y a la vez exacerbado.
Doy voz a este periodo de locura que viví, para comunicar lo esencial, dar cara a este tipo de trastornos tan estigmatizados, desde una mirada más generosa y amorosa, desde la oportunidad para mirarnos plenamente en el dolor, reconocernos en los miedos más ocultos y desahogar esa soledad de una sociedad que calla lo incómodo y lo incomprendido por ignorancia.
El trastorno bipolar desde el arte me ha vuelto más sensible”